Entrevista con Christian Ottenbacher
Christian Ottenbacher es el propietario del restaurante Adler Asperg en Alemania. Tras trabajar en los mejores restaurantes de Basilea y Viena, este antiguo chef acabó en algunos de los mejores restaurantes de Barcelona, Nueva Orleans y Cleveland. Después, él y su esposa Dory se hicieron cargo del hotel y el restaurante Adler Asper, convirtiéndose en la cuarta generación que lo dirige. Aunque Christan ya no trabaja en la cocina como chef, sigue teniendo un gran talento para la buena comida. Esto se refleja en los restaurantes y la brasserie del hotel, que siguen siendo un lugar favorito para los amantes de la gastronomía. Le preguntamos a Christian sobre su carrera en la hostelería, su mayor reto y mucho más.
Christian, ¿puede hablarnos un poco de su trayectoria?
Hice un aprendizaje de cocina en el Wald & Schlosshotel de Friedrichsruhe. Después trabajé en el restaurante Stucki de Basilea. Luego entré en la cocina del Hotel Bristol de París, y de ahí acabé en el Palais Schwarzenberg de Viena. Mi siguiente trabajo fue en Nueva Orleans, Estados Unidos, en el Hotel Royal Sonesta. De 1991 a 1993 asistí a la escuela de hostelería de Heidelberg. Luego trabajé en el Ritz-Carlton de Cleveland y más tarde en Barcelona, hasta que empecé a trabajar en el negocio de mis padres, en 1994.
Todo se está volviendo más informal y menos rígido en la gastronomía de alto nivel.
Adler Asperg
¿Cómo describiría el estilo de cocina de Adler Asperg?
El estilo de cocina en nuestro restaurante es muy versátil. Ofrecemos tapas españolas en nuestro bar de cócteles, en el comedor servimos especialidades suabas, y en nuestro restaurante, nuestra cocina es internacional con un toque regional.
¿Quién es uno de los principales proveedores de su restaurante?
Los principales proveedores son nuestro frutero Guiseppe Notarniccola de Bietigheim, para el excelente pescado fresco el Deutsche See y para la carne, nos encanta la calidad de la empresa Mega de Stuttgart. Todos ellos ofrecen la máxima calidad, durante todo el año.
¿Cuál ha sido su mayor reto profesional?
Para una empresa regional como la nuestra, con una reputación mundial, atender a 2.000 personas en Hannover fue un gran reto. El otro reto para mí fue atender a 150 personas en París.
¿Qué tendencia gastronómica le hace más ilusión y por qué?
Todo se está volviendo más informal y menos rígido en la gastronomía de alto nivel. La comida, las bebidas y la calidad del servicio tienen que ser correctas, pero el ambiente es más relajado.
Si sólo pudiera comer un plato el resto de su vida, ¿cuál sería?
La verdad es que no quiero hacerlo. Pero si tuviera que elegir, escogería lentejas con spaetzle (un tipo de pasta alemana con fideos al huevo) y salchichas.
¿Qué es lo que tienen que ver o hacer sus visitantes en la región?
Nuestros visitantes deberían ver los populares museos de coches Mercedes y Porsche en Stuttgart.
Gracias, Christian.
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