La casa de Manolo Franco es un lugar de peregrinaje al que sin duda merece la pena desplazarse, para vivir una reunión en torno a la mesa, sin prisa, con el sabor del campo. Cada plato que sale de su cocina tiene un pedacito de la sierra, un toque de historia y una emoción que trasciende el tiempo. Cuenta la historia de la familia Franco, la historia de Valdemorillo a través de una cocina propia, elaborada y creativa, enraizada a la tierra, con productos locales de la sierra como protagonistas: tomillo, romero, lavanda cantueso, roble, pino… son algunos de los sabores y aromas más característicos y diferenciales de sus creaciones.